Se trata de una bestia de casi dos metros y medio de ancho, con seis llantas verdaderamente intimidantes que rompía por completo con la estética que habían tenido los anteriores coches del hombre murciélago.
Éste parecía más un Lamborghini futurista y supervitaminado con todo el poderío propio de su linaje, capaz de atravesar muros, subir y bajar escaleras o embestir objetos, al menos en la ficción.
Por supuesto, tras viralizarse las imágenes, la pregunta lógica fue si se trataba del Batimóvil original o de alguna copia.
Según se dice, para la película se hicieron siete réplicas, de las cuales sólo dos eran carros funcionales. En el 2014 se hicieron otras cinco réplicas que alcanzaron un valor de un millón de dólares.
Según la publicación especializada “Car and Driver”, uno de estos llegó a Dubái en 2015 y es probable que se trate del mismo que ahora aparece abandonado. La verdad es que más allá de su autenticidad, su apariencia parecería ser bastante razón como para no querer deshacerse de él. Sin embargo, son ese tipo de cosas que sólo pasan en Dubái, donde joyas de este nivel llegan a ser abandonadas como chatarra.