Definitivamente, la berlina eléctrica no ha tenido el final deseado…
La frustración suele expresarse de distinta forma según el tipo de persona que la padezca, por lo que el comportamiento puede ser impredecible y habrá quien decida pagarlo con su propio automóvil. El ejemplo más reciente nos llega desde Finlandia, con Tuomas Katainen como protagonista, es decir, el propietario del Tesla Model S que tenemos en imágenes, un ejemplar del 2013 que no ha tenido el final deseado ya que unos cartuchos de dinamita se han metido de por medio.
Un final insospechado
Lo que contamos suena extraño, pero es que este peculiar ciudadano no se le ha ocurrido mejor opción que hacer explotar su coche para así expresar su frustración debido a los problemas surgidos en el mismo. Al parecer, la experiencia inicial a los mandos de la berlina eléctrica fue muy satisfactoria, aunque con el tiempo ya no lo fue tanto ya que comenzaron a surgir diferentes códigos de error en el cuadro de instrumentos y la presencia de una grúa para llevar el vehículo al taller fue necesaria, algo que no gustó en absoluto al citado propietario.
Su disgusto no cesó aquí, ya que trascurrido un mes recibió información por parte de Tesla acerca de los daños de su Model S. El fabricante estadounidense manifestó que el vehículo en cuestión no se podía reparar sin reemplazar la batería, operación que ascendía hasta unos 20.000 euros, ya que al tener 8 años el vehículo carece de garantía. No conocemos la historia completa, pero existía la preocupación de que tal vez ese no fuera el único problema del coche, de manera que el coste final podría ser todavía mayor.
Hora de volar por los aires
Ante esta situación, el descontento propietario optó por trasladar su Tesla Model S hasta una cantera, lugar donde se produciría una espectacular explosión gracias a la presencia de nada menos que ¡30 kilos de dinamita! Probablemente, esta persona sea la primera en todo el mundo que recurre a esta solución para sofocar su malestar y quien sabe si volverá a repetir el proceso con otros objetos materiales de su propiedad. En cualquier caso, tan solo algunas piezas de la berlina eléctrica no se desintegraron por completo, pero la menos el propietario parecer estar satisfecho con el resultado.
Un final imprevisto para este ejemplar del 2013, como sorprendente también fue el destino que le esperaba al Tesla Model S modificado por Rich Rebuild. Decimos esto porque la berlina dejó atrás su tren motriz eléctrico para dar paso a todo un V8 de aspiración natural heredado de un Chevrolet Camaro. Después de todo, siempre es mejor cambiar de filosofía que acabar estallando en mil pedazos.